Este proyecto cultural pretende llevar una escultura al Polo Sur de un hombre apuntando al cielo para mostrar al mundo, que nosotros también estamos parados sobre nuestro planeta. Se pretende esconder en su base un CD con los nombres y fotografías de los participantes y, los más entusiastas, podrán llevar una muestra de ADN (un cabello) en un frasco hermético. La totalidad de lo recaudado se utilizará en fabricar y llevar la escultura.